La planificación se hace en bien de la población, en base a sus necesidades. Los cambios deben ser aceptados por la comunidad porque tendrá que vivir de sus resultados. Para ello, se deberá descubrir la capacidad de la gente, la mano de obra y el capital, estudiar problemas y buscar alternativas. En estas circunstancias la información debe ser pública: dirigir la atención hacia los riesgos de las prácticas presentes y destacar las oportunidades de cambio y debe buscar la participación local en la planificación.
La tierra no es igual en todas partes. Para la planificación es esencial una buena información sobre los recursos existentes. Se debe recomendar tecnología para la que los usuarios cuentan con el capital, las destrezas y otros recursos.
Se debe propiciar la integración de todas las áreas del desarrollo humano. Enfocar la cuestión de los recursos naturales con excesiva estrechez conduce a errores. Las decisiones sobre uso de la tierra no se hacen solo en función de su aptitud, también se debe contemplar la demanda de productos o aprovechamientos alternativos. No debe ser sectorial (FAO, 1994).
Tres aspectos básicos importantes en todo proceso de planificación son abordados por la FAO.
Lógicamente la población debe participar de la planificación, pues son los involucrados directamente con las decisiones que se tomen; las decisiones tomadas sin la participación de los usuarios del servicio o de los que van a producir bienes generalmente tienden a fracasar, pues una población no informada y que no participa del proceso, es renuente a aceptar los cambios propuestos.
Los escenarios que se presentan en cada situación son diferentes, por lo que el planificador debe realizar un buen levantamiento de la información correspondiente a cada uno de ellos. Los mapas de suelos son un verdadero indicador de la segunda premisa anunciada por la FAO.
La integración de todas las áreas del desarrollo humano debe ser bien pensada y establecida en el proceso, pues pensar producir con gente sin la mínima preparación tendrá los frutos equivocados. El proyecto de planificación del uso de la tierra deberá incluir todas las facetas necesarias para desarrollar el territorio, es decir, se debe pensar en salud, educación, infraestructura vial, comercial y de servicios, extensión de conocimientos, entre otras tantas. Estas áreas dan paso a que el equipo de planificación debe ser multidisciplinario, además de involucrar a todos los sectores de la población del territorio que se planifica.