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Ingeniero Agrónomo por la UNA. Mestre em Agronomía, área de Concentración Suelos y Nutrición de Plantas por la USP. Profesor Titular de las Asignaturas Planificación del Uso de la Tierra y Suelos Forestales y Encargado de Cátedra de la Asignatura Edafología de la FCA - UNA.

lunes, 31 de octubre de 2011

Aspectos fundamentales en la planificación

Imágenes de Internet, montadas por el autor. La mano del planificador debe descubrir la capacidad de la gente y ofrecer alternativas que orienten hacia el bienestar de la población.


La planificación se hace en bien de la población, en base a sus necesidades. Los cambios deben ser aceptados por la comunidad porque tendrá que vivir de sus resultados. Para ello, se deberá  descubrir la capacidad de la gente, la mano de obra y el capital, estudiar problemas y buscar alternativas. En estas circunstancias la información debe ser pública: dirigir la atención hacia los riesgos de las prácticas presentes y destacar las oportunidades de cambio y debe buscar la participación local en la planificación.
La tierra no es igual en todas partes. Para la planificación es esencial una buena información sobre los recursos existentes. Se debe recomendar  tecnología para la que los usuarios cuentan con el capital, las destrezas y otros recursos.
Se debe propiciar la integración de todas las áreas del desarrollo humano. Enfocar la cuestión de los recursos naturales con excesiva estrechez conduce a errores. Las decisiones sobre uso de la tierra no se hacen solo en función de su aptitud, también se debe contemplar la demanda de productos o aprovechamientos alternativos. No debe ser sectorial (FAO, 1994).

Tres aspectos básicos importantes en todo proceso de planificación son abordados por la FAO. 
Lógicamente la población debe participar de la planificación, pues son los involucrados directamente con las decisiones que se tomen; las decisiones tomadas sin la participación de los usuarios del servicio o de los que van a producir bienes generalmente tienden a fracasar, pues una población no informada y que no participa del proceso, es renuente a aceptar los cambios propuestos.
Los escenarios que se presentan en cada situación son diferentes, por lo que el planificador debe realizar un buen levantamiento de la información correspondiente a cada uno de ellos. Los mapas de suelos son un verdadero indicador de la segunda premisa anunciada por la FAO.
La integración de todas las áreas del desarrollo humano debe ser bien pensada y establecida en el proceso, pues pensar producir con gente sin la mínima preparación tendrá los frutos equivocados. El proyecto de planificación del uso de la tierra deberá incluir todas las facetas necesarias para desarrollar el territorio, es decir, se debe pensar en salud, educación, infraestructura vial, comercial y de servicios, extensión de conocimientos, entre otras tantas. Estas áreas dan paso a que el equipo de planificación debe ser multidisciplinario, además de involucrar a todos los sectores de la población del territorio que se planifica.

domingo, 30 de octubre de 2011

Metas en la Planificación

 
Imagen de Pakistan Horticulture Development and Export Company


En Planificación, las  metas definen qué se entiende por aprovechamiento óptimo de la tierra. Se agrupan según su eficacia, aceptabilidad y equidad, y sostenibilidad. Es decir, deben ser económicamente viables, se debe obtener máximo rendimiento por capital y trabajo invertidos, deben ser socialmente aceptables, dar seguridad de alimentación, empleos e ingresos, además de satisfacer las necesidades del presente, conservando recursos para generaciones futuras  (FAO, 1994).
 El aprovechamiento óptimo de la tierra incluye entonces conceptos de eficacia, aceptabilidad, equidad y sostenibilidad. La tierra debe ser utilizada técnicamente en concordancia con su capacidad de producir, pero previendo que los recursos no se agoten. Por ello, en planificación del uso de la tierra se tiene como base el recurso suelo y sobre este recurso se incluyen los demás recursos naturales, se intenta predecir el clima y sus cambios temporales, así como la actividad del hombre, de manera a generar un modelo de explotación que evite el deterioro del ambiente.

sábado, 29 de octubre de 2011

¿Cómo planificar?

Foto de Griselda Viviana Zelaya Flores. Estudiantes de Planificación del Uso de la Tierra de la Carrera de Ingeniería Agronómica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción realizando trabajos de gabinete.
En el Proceso de planificación se busca responder algunas preguntas: ¿Cuál es la situación actual?; ¿Es conveniente introducir cambios?; ¿Qué se debe cambiar?; ¿Cómo pueden realizarse los cambios?; ¿Cuál es la mejor opción?; y ¿Hasta qué punto funciona el plan? (FAO, 1994).
 Contestando estas preguntas es factible iniciar un proceso de planificación del uso de la tierra. La situación actual dará una visión de las condiciones en que vive la gente y lo que hace, su idiosincrasia, su cultura, el uso que dan a las tierras, así como las perspectivas de cambios, que por supuesto deberán ser realizados para mejorar tales condiciones. Asimismo, la forma de realizar los cambios debe ser trabajada con la misma población, encontrando con ellos la mejor opción. La evaluación frecuente del plan hará saber a los involucrados en el proceso, cuánto se ha avanzado y qué nuevos desafíos se presentan.  

viernes, 28 de octubre de 2011

¿Para qué planificar?

Foto del autor. Universidad de Granada - España. Reunión de Planificación.


La planificación tiene por objeto el mejor uso de los recursos limitados; el cálculo de las necesidades presentes y futuras y la evaluación sistemática de la capacidad  para satisfacerlas; la búsqueda de opciones sostenibles y la elección de las que mejor satisfacen las necesidades. Se debe planificar para llevar a cabo los cambios deseados y aprender de la experiencia (FAO, 1994).
La fotografía representa una de las reuniones de planificación de intercambio académico entre Universidades Europeas y Sudamericanas, coordinada por la Universidad de Granada - España, donde la Universidad Nacional de Asunción - de la que soy miembro - participa activamente, con resultados auspiciosos para estudiantes, graduados y docentes. ¿Por qué la analogía con esta reunión?; simplemente, porque se trata de una experiencia exitosa en la que tuve el privilegio de participar, apenas como un invitado especial. Los objetivos de una acción bien planificada son totalmente alcanzados.

Ahora bien, en Planificación del Uso de la Tierra, las variables a ser analizadas y gestionadas son mucho más amplias que las referidas en la planificación de una acción de intercambio académico entre Universidades, así como la población meta no está conformada por personas  con un alto nivel de educación, sino que generalmente el nivel de educación de la población  rural es bastante heterogéneo y en Paraguay raramente se tienen personas con formación superior. Esta es una de las principales causas de la escasa utilización de tecnología y la aplicación de métodos de planificación del uso de la tierra en el país.

La inversión que los gobiernos, sean estos distritales, departamentales o nacional, realicen en el campo del diagnóstico de la situación de los pobladores de sus territorios y la planificación de sus tierras, debe verse reflejada en una mejoría de las condiciones de vida de las personas y la calidad del ambiente, una vez aplicadas las acciones planificadas.

jueves, 27 de octubre de 2011

Planificación: cuándo sirve?


Portugal - Porto - Río Douro. No todo en Europa es planificado. Las construcciones a orillas de los ríos compromete la calidad del agua de los mismos. 

La Planificación del Uso de la Tierra es ÚTIL cuando las poblaciones interesadas aceptan la necesidad de introducir cambios en el aprovechamiento de la tierra, o adoptan las medidas para impedir cambios no deseados y se cuenta con la voluntad y la capacidad políticas necesarias para poner en práctica el plan (FAO, 1994).

Importante aclaración de la utilidad de planificar cualquier actividad, pues si la población o el individuo, objeto de la planificación, no tiene interés en los cambios a ser incluidos en su vida cotidiana, las iniciativas realizadas a partir de los órganos de gobierno no serán aplicadas, recibirán críticas y se verán seriamente afectadas en cuanto a su validez. Sin embargo, si las propuestas de cambios proceden de la propia población, debe existir la voluntad y capacidad de poder articular políticas para llevar adelante estos cambios, de acuerdo a una planificación conjunta entre todos los actores de la sociedad.

Así, se deben identificar los actores necesarios para llevar adelante una política de desarrollo en los diferentes niveles de planificación: local, distrital, departamental, regional y nacional. Entre estos, se tienen a la población, los administradores del territorio, los organismos gubernamentales y no gubernamentales, las empresas, las organizaciones religiosas y políticas partidarias, entre otras.  


La utilidad de la planificación depende en gran medida de la gestión ordenada de las relaciones entre los actores de la sociedad, para llegar a obtener cierto grado de bienestar de la población.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Planificación: Qué es eso?

 Foto del autor. Con sus luces y sus sombras, España sigue apostando a la planificación y al ordenamiento del territorio.
La PLANIFICACIÓN es, de acuerdo a la RAE (2011), el "plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado, tal como el desarrollo armónico de una ciudad, el desarrollo económico, la investigación científica, el funcionamiento de una industria, etc." En esta última expresión, "etc.", se puede incluir el desarrollo armónico del área rural atendiendo a la definición que la misma RAE (2011) da a "ciudad": "lo urbano, en oposición a lo rural".
La planificación, entonces, exige organización, metodología, amplitud y objetivos, a lo que vale la pena agregar respeto, orden, disciplina, entre otros muchos valores que requiere el proceso.
Según la FAO (1994) "la planificación del aprovechamiento de la tierra consiste en la evaluación sistemática del potencial de la tierra y del agua, de las alternativas de su aprovechamiento y de las condiciones económicas y sociales que orientan la selección y adopción de mejores opciones. El aprovechamiento de la tierra debe responder cabalmente a las necesidades de la población, salvaguardando los recursos futuros. La razón de la planificación es una gestión renovada, o de un estilo distinto de aprovechamiento de la tierra, dictado por las circunstancias cambiantes".

En esta afirmación de la FAO se agrega conceptos como evaluación sistemática y alternativas de aprovechamiento, así como condiciones socioeconómicas de la población y sostenibilidad, que deben formar parte de los requerimientos de análisis para que el proceso de planificación sea llevado a cabo en beneficio de la población que posteriormente vivirá como consecuencia de las decisiones tomadas. Una cuestión a la afirmación de la FAO es que habla de "tierra y agua", sin embargo, al parecer, es simplemente para dar énfasis al manejo y la calidad de agua, más que diferenciar como dos elementos diferentes, pues es sabido que la tierra, por definición, incluye al agua, al suelo, la flora, la fauna, el hombre - y solo para enfatizarlo dentro de la fauna -, el clima, entre otros elementos. 

Esta breve descripción de la planificación, espero sea de utilidad para aclarar los conceptos que tenemos sobre el ejercicio de la previsión y la acción para resolver los problemas cotidianos que se nos presentan.

martes, 25 de octubre de 2011

La falta de planificación: causa o efecto?

Foto de ABC Color

Ante el fenómeno atmosférico acaecido el día de ayer en toda la Región Oriental y principalmente Asunción y alrededores, donde resido, vale la pena preguntarse sobre las consecuencias del mismo. Uno podrá decir que es la época, que no se pueden predecir estos fenómenos, que el cambio climático es el responsable, sin embargo pocos se preguntan si estamos preparados para estos acontecimientos, si se ha realizado la suficiente planificación para impedir que los vientos tengan un efecto devastador o si están preparadas las ciudades para evacuar toda el agua de las lluvias.
La respuesta a lo último es que no se ha planificado siquiera el aumento de vehículos en las ciudades, los giros a la izquierda en las avenidas principales o alguna que otra rotonda para el retorno. Sin embargo hemos visto una interesante iniciativa de la Intendencia Municipal de Fernando de la Mora, que empezó a hacer más fluido el tránsito sobre la Avenida Mariscal Estigarribia, con algunas medidas simples.
La planificación urbana (que no es mi campo, pero en el que muchas veces quiero opinar) ha sido una deuda con la ciudadanía paraguaya; las ciudades no han sido planificadas para un crecimiento tan grande como el que se ha dado con Asunción y sus alrededores, los sistemas de desagüe pluvial prácticamente no existen y las calles básicamente sirven de grandes colectores de agua con sus correspondientes consecuencias. Si el tránsito es caótico en condiciones atmosféricas favorables, la imaginación nos lleva a concluir lo que sería en condiciones adversas.
La planificación y la medición del impacto ambiental, siquiera de un terraplenado y ni qué decir del paso de un empedrado a una pavimentación asfáltica o de cemento, deben ser consideradas antes de la realización de cualquier obra, pues este "mejoramiento" disminuye la infiltración en el suelo y aumenta la cantidad de agua que se escurre. Tan sencilla y simple como esta observación, debe concienciarnos a pensar en planificar nuestras actividades.
Los sucesos indican que los gestores y administradores de la infraestructura pública deben preparar un buen plan de aprovechamiento del territorio antes de lanzarse a la arena política.

lunes, 24 de octubre de 2011

Planificar el uso de la tierra en Paraguay

Una de las acciones pendientes en el Paraguay es la planificación, no solo del uso de la tierra, sino de toda la actividad humana del país. Siempre se ha dicho que el Paraguay es un país rico, por su naturaleza cargada de bondades de clima, suelo, flora y fauna, así como por sus recursos humanos, aunque estos carecen de la preparación suficiente para entender la manera de producir bienes en forma sostenible.
La planificación del uso de la tierra tiene dos ámbitos importantes a saber: el ambiente urbano y el ambiente rural. En ambos ambientes hay mucho por hacer.
Los diez pasos para la planificación del uso de la tierra indicados por la FAO 1994 deben ser conocidos por los gestores y administradores de las tierras, de manera a entender el modelo propuesto, y a partir del mismo, generar una metodología apropiada para cada uno de los escenarios que se presentan a nivel distrital, departamental, regional y nacional, pues la estructura política así lo sugiere.
La planificación del uso de la tierra a nivel rural necesariamente debe basarse en los estudios de suelos realizados en la década del 90, a nivel de las dos regiones: Oriental y Occidental, así como en datos de clima,  riesgos de erosión y excesos de agua, tal como lo sugiere la clasificación por capacidad de uso de la Tierra.
Con esto, el ordenamiento del territorio permitirá la producción de rubros agropecuarios en los sitios que están mejor preparados para estos menesteres, así como proporcionará la mayor ganancia para los productores, que deberán mejorar sus condiciones de vida con estos trabajos.
Los gobiernos nacional, departamentales y distritales deben tomar conciencia de la falta de un plan de ordenamiento territorial a las diversas escalas, de manera a iniciar una verdadera revolución del sistema productivo nacional, destinando las tierras a las actividades paras las que son aptas. Esta conciencia debe estar acompañada de una clara política de recaudación de impuestos, dando incentivos a las tierras productivas, sea por su producción agropecuaria o por su belleza escénica o cuidado del ambiente, y castigando a las tierras improductivas, producto de la especulación financiera.
Las herramientas para optar por un modelo de gestión más ordenado y claro están a disposición de las autoridades, tanto en las Universidades como en los centros de investigación; la opción de adquirirlas para provecho de la población es cuestión de una decisión de los gestores de nuestra ciudadanía.