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Ingeniero Agrónomo por la UNA. Mestre em Agronomía, área de Concentración Suelos y Nutrición de Plantas por la USP. Profesor Titular de las Asignaturas Planificación del Uso de la Tierra y Suelos Forestales y Encargado de Cátedra de la Asignatura Edafología de la FCA - UNA.

martes, 17 de junio de 2014

Impuesto a la tenencia de la tierra: en Paraguay es necesario actualizarlo

EDICIÓN IMPRESA   EDITORIAL
Al parecer se está instalando en la República del Paraguay la idea que se debe actualizar el impuesto a la tenencia de la tierra, de manera a hacer que los terratenientes, o los que tienen las tierras en su poder, la hagan producir o en su defecto la vendan a otros habitantes que la necesitan para su sustento diario.

Es interesante el editorial del diario Última Hora del domingo 19 de enero de 2014, cuyo título es:
Urge actualizar el impuesto por la tenencia de la tierra.

Este artículo periodístico incluye varios conceptos emitidos en blogs anteriores como que para incrementar la recaudación en concepto de impuesto inmobiliario es intención del gobierno que el valor fiscal de la tierra debe tender hacia el valor comercial. Los beneficios que esta mayor recaudación tendrá es un mejor ingreso tributario para promover sistemas de incentivos a la producción más eficaces y eficientes. Hoy, los tenientes de la tierra utilizan la misma como un ahorro, lo que disminuye el potencial productivo del país y genera conflictos por la tenencia de la misma. Así, a dos años del caso Curuguaty, aún no se vislumbra una solución al conflicto, con acusaciones de todas las partes. Por un lado, los "sin tierra" que reclaman un derecho humano inalienable y lloran a sus muertos. Por otro, los tenientes de la tierra, que alegan que están siendo utilizadas en su capacidad de uso. Y también la policía, que llora a sus muertos y sufre los trastornos de los heridos y hasta mutilados.
Tal como indica el editorial de este diario "es fundamental implementar las acciones que permitirán aumentar el valor fiscal progresivamente hasta llegar a equipararse, en un lapso razonable, al valor comercial".
Esta cuestión hará que aquellos especuladores de la tierra, entre ellos los que trafican -por llamarlo de alguna manera- con emprendimientos inmobiliarios, tengan que producir o entregar este precioso recurso a los que harán uso razonable y sostenible del mismo. Solo así podremos ver, o nuestros hijos podrán ver, un país, por lo menos, en vías de desarrollo.